Los dos pilares de la postura del capacitador∙a
En Francia, Frères des Hommes organiza numerosos cursos de formación para equipos de voluntarios. Para fomentar la transmisión de experiencias entre activistas, la asociación ofrece a los voluntarios y a lo∙a∙s activistas la posibilidad de coanimar estas formaciones. Los dos pilares de la postura de capacitador∙a en Frères des Hommes han sido imaginados para facilitar estas cofacilitaciones.
Primer pilar
L∙o∙as co-facilitador∙a∙s parten de las representaciones y experiencias de los participantes para conducirlos hacia nuevas informaciones y nuevos conocimientos
¿Por qué?
Este es un principio que se encuentra en la educación de adultos y en la educación popular. Es más fácil construir el aprendizaje refiriéndose a la propia experiencia, que simplemente transmitiendo información. Esto favorece una postura de actor∙riz en la formación, y no de simple consumidor∙a de contenidos.
En general, lleva a las personas más hacia una postura de actor∙riz de su compromiso.
¿Cómo se puede hacer esto?
En el proceso educativo propuesto por Frères des Hommes, la transmisión de información o conocimientos suele ir precedida de actividades (juegos, lecturas, visionado de vídeos, juegos de rol...) que permiten a los participantes descubrir activamente. Aunque estos pasos puedan parecer largos, son fundamentales para el proceso de aprendizaje. La información y los conocimientos nuevos pueden aportarse en la sesión informativa que sigue a estas actividades.
Segundo pilar
Los∙as co-facilitador∙a∙s garantizan un marco claro y benévolo que permite la circulación de la palabra de todo∙a∙s lo∙a∙s participantes, en el respeto de los objetivos de la formación
¿Por qué?
Un curso de formación (presencial pero también a distancia) se basa en una dinámica de grupo. Los∙as co-facilitador∙a∙s tienen siempre presente que su papel es fomentar una dinámica positiva. Un marco claro (en términos de temporalidad, objetivos, métodos de trabajo y circulación de la palabra) fomenta una dinámica positiva. Por el contrario, un marco poco claro corre el riesgo de fomentar situaciones de retraimiento o incluso de oposición.
¿Cómo se puede hacer esto?
Desde el principio de la formación, Los∙as co-facilitador∙a∙s anuncian los objetivos y el calendario, y luego se esfuerzan por cumplirlos (ajustando algunas de las secuencias si es necesario, pero sin sobrepasar el tiempo final).
Durante la formación, Los∙as co-facilitador∙a∙s se aseguran de que todo el mundo pueda participar, animando a los que son menos propensos a hablar y canalizando a los que tienden a monopolizar la palabra. No todo el mundo tiene la misma legitimidad para hablar: Los∙as co-facilitador∙a∙s atienden a las diferencias según el género, la edad, la antigüedad en la asociación...
Los∙as co-facilitador∙a∙s intentan no divagar y mantenerse bien centrados∙e∙s en sus objetivos educativos.
La hoja de herramientas que hay que descargar recoge estos dos pilares. Se utiliza para introducir estos principios a las nuevas personas que se integran en la facilitación de la formación.
